La Paz, 31 de Mayo 2020, (SEDEGES/GADLP).-

“Un viaje que duro, más de lo esperado”, era lo que decía Félix Alfredo Chávez, un cochabambino de 70 años, que había llegado solo y sin conocer a nadie a la ciudad de La Paz. El logro ingresar al Centro de Acogida Transitorio "Rosaura Campos" por una gestión municipal, en el mes de mayo , a su llegada el equipo multidisciplinario de este centro lo estaba esperando, para brindarle la atención integral de salud, alimentación y cobijo que dan a todos los adultos mayores en situación de calle, además de una mano amiga.

Habían pasado más de diez y siete días en situación de calle, y prácticamente no conocía a nadie, y según cuenta la administradora del centro de acogida  Rosaura Campos, Rosario Escobar, señaló que a su ingreso, el señor presentaba un bajo nivel anímico, casi no se relacionaba con nadie, preocupaba que su salud emocional afectará su salud física.

“El objetivo del centro de acogida Rosaura Campos, es que todos los adultos mayores que ingresan en situación de calle, lleguen a encontrarse un día con su familia, porque nada sustituye el amor de la familia”, indicó la administradora.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cuarentena total por el COVID-19, por la que atraviesa todo el mundo, es una pandemia que afecta a toda la población vulnerable. Y en esta situación, son los adultos mayores los que corren un mayor riesgo, por sus bajas defensas, situación que impedía la salida de viajes interdepartamentales, indicaba la administradora del centro.

El señor Félix, tenía que ser paciente para volver a su departamento natal, y darse la oportunidad de conocer el lugar que por unas semanas se convertiría, en su hogar y familia temporal.

El psicólogo del centro Pedro Arce, señaló que durante su ingreso, presentaba un grado de depresión, que le impedía relacionarse con todos los adultos mayores y el personal. Sin embargo gracias al buen trato y la cotidianidad de los días, logro entablar buenas relaciones con sus compañeros, comprendiendo que no estaba solo, porque varios adultos mayores compartian una historia similar, donde el mayor logro era volver a encontrarse con sus familiares.

“El señor Félix, era un señor muy amable, atento con todos, quería ayudar en todo lo que fuera posible, era muy empático, su buen ánimo ayudaba a que recordara los nombres de sus familiares y algunos números de teléfono en la ciudad de Cochabamba, es así que se pudo lograr su reinserción familiar”, comentó el psicólogo.

La administradora del centro, Rosario Escobar, señaló, que todo su equipo de profesionales se movilizó para dar con el paradero de sus familiares, considerando que era la primera vez que realizaban una reintegración familiar al departamento de Cochabamba, durante la cuarentena total por el COVID-19.

Después de una semana y media el equipo de profesionales de este hogar logro encontrar a sus familiares y de esta manera coordinar y gestionar el tan ansiado viaje del señor Félix, donde le realizaron la prueba del COVID-19, dando negativo, requisito fundamental para realizar viajes interdepartamentales. Fue acompañado del psicólogo Pedro Arce hasta la terminal donde su sobrino lo esperaba ansiosamente.

“El encuentro fue bastante emotivo, era inevitable no derramar lágrimas, nos encariñamos con el señor Félix, pero sabemos que el mejor lugar siempre es la familia, ojala este sea el encuentro de muchos adultos mayores que llegan al centro  en situación de calle y al final logren encontrarse con sus familias”, comentó Pedro.

El Gobierno Autónomo Departamental de La Paz, a través del Servicio de Gestión Social (SEDEGES), logro reinsertar a más de 15 adultos mayores con sus familias durante esta cuarentena, un logro que fue posible por el trabajo coordinado de un equipo técnico de profesionales que trabajan arduamente para que varios adultos mayores en situación de calle encuentren a sus familias

“No me olvidare de mi familia en la ciudad de La Paz, les voy a estar llamando para saber cómo están y como estoy con mi familia”, dijo el señor Félix al despedirse del psicólogo, quien le había acompañado hasta el momento que recibió a su sobrino.

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